El amor es más fuerte
La vida de Peggy no fue fácil. Tuvo muchas piedras en su camino y dificultades que superar. Pero lo hizo, lo logró, porque la fuerza más poderosa del universo, el amor, la mantuvo en pie incluso en los momentos en los que parecía imposible encontrar un atisbo de luz en la oscuridad. A veces hacen falta años para poder ver las cosas con perspectiva o entender todas las partes como un entero, pero al final la verdad prevalece. Esto es una historia de superación, de valor y coraje.
Conociéndose de manera poco común
Todo se remonta a los años 20 en la ciudad en la que Peggy nació y se crió, Vernon en Texas. Con apenas 18 años consiguió trabajo en la Base Aérea de Altus, Oklahoma, donde se desempeñaba como mecánica. Muy cerca de ella estaba Billie, que también trabajaba allí aunque como supervisor auxiliar. Sin embargo, fue el padre de Billie quien primero conoció a Peggy, y decidió presentársela a su hijo porque creía que congeniarían. No estaba equivocado. Había una lista de virtudes que destacaban en la joven mecánica: era inteligente, bella y agradable, pero eso no era todo. Todavía había más.