Las familias se unen
Neo permaneció en el refugio todo el día hasta que su familia llegó a casa. Cuando finalmente llegaron, los vecinos les explicaron lo que había sucedido. Los dueños no estaban enfadados porque sabían que Neo había estado acosando a la pastor alemán. Se disculparon por los problemas que habían causado y acudieron a la Sociedad Protectora de Animales.
Una atmósfera extraña
Cuando llegaron al refugio pidieron ver a Neo. La mujer claramente reaccionó de una manera extraña a la solicitud. Miró a la familia de arriba abajo, claramente tratando de responder a alguna pregunta que se había hecho antes. Sin embargo, no dijo nada. En cambio, llamó al jefe de control de animales y le pidió que los llevara hasta su mascota. Se dieron cuenta de que justo antes de que dijera mascota, había hecho una pausa.