Anna Delvey no solo tenía problemas de flujo de caja, sino que tenía un problema mucho más grande en sus manos. Todavía no había pagado por su estadía en 11 Howard. De hecho, ni siquiera tenían una tarjeta de crédito registrada para ella.
El hotel había tratado a Anna Delvey como una valiosa invitada, ya que era una heredera alemana y cliente del dueño del hotel (el propietario era el propietario del lugar que intentaba comprar), por lo que el hotel aceptó una transferencia bancaria para el pago. Pero después de un mes y medio, todavía no se había hecho ningún pago.
21. Sobre su cabeza
El gerente del hotel le pidió a Neff que tratara el delicado tema del proyecto de ley de Anna, teniendo en cuenta que, después de todo, eran amigos íntimos. Anna debía al hotel alrededor de $ 30,000. Neff aún creía que Anna era buena por el dinero y fue a hablar con ella sobre eso.
Anna prometió que una transferencia bancaria estaba en camino desde el banco. Pero lo que no le reveló a Neff fue lo mucho que estaba por encima de su cabeza. Las cosas se estaban cayendo a pedazos para Anna. Pero luego, unos días después, sucedió algo asombroso.
