6. No converses demasiado antes de ir a la cama
Durante el día puedes hacer todo el ruido que quieras cuando estés cerca del bebé, pero por la noche, deben estar más tranquilos y silenciosos. Esto ayuda a que el bebé se relaje y se prepare para una buena noche de sueño.
Cuando preparas a tu bebé para ir a la cama, imagina que eres tú quien se prepara para dormir después de un día terriblemente largo en la oficina. Todo lo que necesitas es un poco de paz y tranquilidad, un abrazo y un beso. ¡Lo mismo se aplica para tu bebé!