Neo está a cargo
Cuando su dueño principal no estaba en casa, la familia llevaba a Neo al patio trasero. Había escapado de ese patio tantas veces que los dueños ya no sabían cómo detenerlo. Parecía ser que si quería salir, simplemente lo hacía y no podían hacer nada al respecto.
La domesticación tiene sus límites
Había algunos días en los que disfrutaba estar en el patio trasero y cuidar la casa. Sin embargo, otros días era como si necesitara ser libre. Los perros se acercaron a los humanos para dejarse domesticar hace unos 130.000 años, pero estaba claro que Neo nunca recibió la nota. Era un animal sin ley, hacía lo que quería.