Un resultado sorpresa
Mientras el empleado del centro de protección animal los guiaba a través de las perreras, había un ambiente tenso en el aire. La familia empezó a preguntarse si habían hecho algo mal o si Neo estaba enfermo o algo peor. Fue en ese momento que se detuvieron frente a la perrera de Neo y el empleado empezó a hablar. Lo que tenía que decir sorprendió a la familia.
Ahora todo cuadra
“¡Os dais cuenta de que esto no es un perro, sino un lobo!” dijo el trabajador del centro. La familia se quedó sin palabras por un momento, con la boca abierta en estado de shock. Estaba claro que no tenían ni idea. Sin embargo, cuando se volvieron para mirar a Neo con esta nueva información, fue más que obvio.