De vuelta a casa
En julio del 44, Billie ya había completado un elevado número de misiones, casi 100, fue por eso que recibió permiso para regresar junto a su querida esposa. Lleno de felicidad, escribió una carta a Peggy para que supiera las ganas que tenía de volver a verla y que ese día estaba muy cerca. Pero como si de una película se tratara, Billie tuvo que retractarse y dejar marchar ese barco que lo llevaría de vuelta a casa, porque una misión nueva lo esperaba.
Decepción con el corazón roto
No debe haber sido fácil para Billie lo que tuvo que vivir. A pesar de las ganas que tenía de volver a casa, tuvo que ceder forzosamente su sitio para hombres que estaban heridos y cuyo traslado urgía. Pasarían semanas hasta que el próximo barco que hiciera ese mismo trayecto llegara y en ese tiempo las cosas dieron un giro que nadie podría haber previsto.